
Temporada de quireñes
En Talca, la llegada de los quireñes marca cada año un momento esperado en el CREA, el Centro Regional de Abastecimiento ubicado en 11 Oriente con la Alameda. Los ejemplares que se venden allí provienen principalmente de Vilches, en la precordillera de los Andes, donde este hongo crece en los robles maulinos y robles de Santiago.
El quireñe sale en las ramas del roble y también se encuentra en otras zonas de la región como Licantén, Vichuquén y Linares, donde llegan recolectados desde rabones y bosques nativos. No es un producto de gran escala, más bien se consigue en pequeñas cantidades, fruto de la recolección artesanal.
De color rosado pálido, el quireñe es muy delicado: refrigerado no dura más de tres días. Con el tiempo abre porosidades por donde libera sus esporas, lo que lo vuelve no apto para el consumo. Por eso su temporada es breve y su consumo está ligado a la frescura del día.
Su preparación más común es en salsa verde, con cebolla, cilantro, sal, jugo de limón y aceite. Al dejarlos un rato con la sal, sueltan una baba que despierta pasiones: para algunos es adictiva, para otros, simplemente imposible de comer. Lo cierto es que, con su carácter fugaz y particular, los quireñes forman parte de la identidad gastronómica de la región del Maule.