
Cyttarias que avisan la primavera
Cyttaria espinosae, conocido como digüeñe, dihueñe, lihueñe, quideñe o pinatra, es un hongo comestible endémico del centro-sur de Chile y la Patagonia argentina. Aparece en primavera y comienzos de verano en ramas y troncos de árboles del género Nothofagus, como el roble común, el roble de Santiago, el raulí o el hualo. Su cuerpo fructífero se reconoce por su forma esférica y blanca que, al madurar, abre cavidades anaranjadas por donde libera sus esporas. Cuando esto ocurre, deja de ser comestible.
Técnicamente es un hongo parásito, pero no mata al árbol hospedero. Se desarrolla en agallas que crecen sobre las ramas, debilitándolas lentamente. Se encuentra en la precordillera andina y también en sectores costeros del Maule, en localidades como Licantén, Vichuquén y Linares, siempre ligado a bosques de robles. Su recolección es artesanal y no se comercializa a gran escala.
En la cocina, el digüeñe es un clásico de la temporada. Se come fresco en ensaladas, tortillas, empanadas o revuelto con huevo. Su sabor recuerda al champiñón y su textura es suave.
Este hongo tiene un alto valor gastronómico, y también cultural. Forma parte de la identidad culinaria del Maule, donde año a año se espera su aparición como señal inequívoca de primavera.
Entre lo ancestral y lo contemporáneo, el digüeñe mantiene viva una tradición de recolección ligada al bosque nativo, al tiempo que despierta interés científico por sus propiedades antioxidantes y nutritivas.